Un placer volver a Saint-Jean-de-Sixt por cuarta vez, invitado por el festival Osmose de la Caricature 2025.
Gracias al equipo organizador por seguir creyendo en esta forma espontánea y humana de encuentro: el retrato en vivo.
Dibujar a alguien frente a frente, sin red ni repetición posible, es siempre un acto de escucha, de improvisación… y de complicidad.
La acuarela le suma ese ingrediente de riesgo que tanto me gusta: como en la vida, no hay marcha atrás.
